Ayer me pasó algo que quiero compartir, porque de pensarlo aún me asombra lo poderoso que fue todo y el gran cambio que generó.
Desperté de muy buen ánimo porque la canción que tengo de alarma me gusta mucho y me motiva a despertar con energía. La mañana transcurrió tranquila y sin novedad, todo seguía de maravilla y yo me sentía feliz y muy a gusto con todo, así que todo estaba perfecto hasta un par de horas después que fue cuando todo eso cambió por algo que tal vez es un poco absurdo, pero como decía aún me asombra como con algo tan simple se puede dar un giro y cambiar todo.
En la tarde me preparaba para ir a trabajar y de repente mi cabeza hizo un gran click al ver a alguien a quien quiero mucho y que es muy importante para mí. Su mirada estaba tan llena de sentimientos y me traspasó su dolor y esa angustia que estaba sintiendo. Mi sonrisa de a poco se apagó y se transformó en preocupación. Todo lo maravilloso del día estaba cambiando porque sólo con ver los ojos de aquella persona pude ponerme en sus zapatos y sentir todo eso por lo que estaba pasando. Me llenó una mezcla de angustia, dolor y preocupación que no sólo modificaron la expresión de mi rostro, sino que fue como que me hubieran cambiado el cuerpo. Sentí como si me hubieran puesto una mochila enorme llena de arena y que cada granito de arena era un problema. Mi cuerpo se puso más pesado, me desgané y el ánimo tan enérgico con el que contaba hasta antes de cruzarme con esa mirada quedó por el suelo.
Seguí con lo que tenía que hacer y me olvidé un poco de aquello por lo que había pasado, pero en cada momento que mi cabeza dejaba de pensar en lo que estaba haciendo me inundaba la imagen de esa mirada llena de emociones y me volvía a sentir fatigado y sin fuerzas.
Es raro, pero mágico a la vez lo mucho que puede influir en nosotros el estado de una persona que nos importa; tanto como para modificar nuestro propio estado de ánimo y emociones. Es maravilloso como se generan esas conexiones con personas por las que daríamos mucho, quizás todo.
A mi me pasó ayer con la mirada llena de preocupaciones de mi madre, pero al analizar todo esto y al darme cuenta de lo mucho que me afectó sólo ver a través de sus ojos me hizo despertar y darme cuenta de que lo he sentido antes, y muchas veces, con personas que tengo una conexión tan especial y con las que no hace falta palabras para saber cómo se siente o en qué es lo que piensa.
agosto 23, 2013
agosto 18, 2013
Finales...
Algo raro me pasa con los finales, es extraño y no creo ser el único, aunque de serlo terminaría por confirmar mi teoría de que soy la persona más "weird" del planeta.
Cada vez que termino de leer un libro, ver una película o el último capítulo de temporada de alguna serie, me llena un sentimiento que no se muy bien como explicarlo, pero es como si mi cuerpo recibiera una explosión de angustia, siento el pecho apretado, me cuesta respirar y, mientras todo eso pasa y me acelera las pulsaciones, mi cuerpo, mente y corazón experimentan de forma simultánea a lo anterior una sensación de vacío tan grande que es como si quisiera llorar o gritar, pero nada puede salir. Esa sería una forma de explicarlo, porque la verdad es que es una mezcla tan rara de emociones que me cuesta trabajo poder definirlo de alguna forma.
Lo que si, es que si he leído el último libro de una saga o visto el capítulo final da la temporada final de una serie o la última película de una saga esa mezcla extraña de emociones que inunda mi cuerpo es más intensa y me hace sentir más extraño, por no decir peor, y es incontrolable.
Es algo que me pasa desde siempre y que nunca he podido evitar y como sé de la manera que me sentiré trato de aplazar al máximo los finales, pero muchas veces es imposible porque es tan necesario saber en qué concluye todo, pero también darte cuenta de que ya no hay más y todo queda ahí empieza a acelerar mi cuerpo y a aumentar mi ansiedad produciendo lo que traté de explicar hace un par de párrafos.
No sé si tengo un problema psicológico o alguna patología de esas bien raras o un simple pánico a los términos, pero es algo que siempre me pasa con las historias y debe ser porque mi imaginación trabaja tanto y tan rápido que me involucro mucho con cada una de ellas, sobre todo con los libros y todo esto lo cuento porque esta semana me tocó con dos finales, el de un libro (el tercero de tres ='( ) y con un final de temporada y con estos episodios saltó mi chip de lo mal que termino después de los finales, o sea antes y lo había notado pero no me había dado cuenta de lo tan mal que me dejaban hasta esta semana que tuve que vivir estos dos episodios seguidos y de verdad me sentí pésimo, o será que con los años va empeorando la cosa?!
En fin, es algo que no se si pueda cambiar, pero que mi lado masoquista no quiere hacerlo si se pudiese porque siento que demuestra, en cierto modo, lo mucho que me gusta algo y que sufro al ver que termina y mi vida sigue.
Cada vez que termino de leer un libro, ver una película o el último capítulo de temporada de alguna serie, me llena un sentimiento que no se muy bien como explicarlo, pero es como si mi cuerpo recibiera una explosión de angustia, siento el pecho apretado, me cuesta respirar y, mientras todo eso pasa y me acelera las pulsaciones, mi cuerpo, mente y corazón experimentan de forma simultánea a lo anterior una sensación de vacío tan grande que es como si quisiera llorar o gritar, pero nada puede salir. Esa sería una forma de explicarlo, porque la verdad es que es una mezcla tan rara de emociones que me cuesta trabajo poder definirlo de alguna forma.
Lo que si, es que si he leído el último libro de una saga o visto el capítulo final da la temporada final de una serie o la última película de una saga esa mezcla extraña de emociones que inunda mi cuerpo es más intensa y me hace sentir más extraño, por no decir peor, y es incontrolable.
Es algo que me pasa desde siempre y que nunca he podido evitar y como sé de la manera que me sentiré trato de aplazar al máximo los finales, pero muchas veces es imposible porque es tan necesario saber en qué concluye todo, pero también darte cuenta de que ya no hay más y todo queda ahí empieza a acelerar mi cuerpo y a aumentar mi ansiedad produciendo lo que traté de explicar hace un par de párrafos.
No sé si tengo un problema psicológico o alguna patología de esas bien raras o un simple pánico a los términos, pero es algo que siempre me pasa con las historias y debe ser porque mi imaginación trabaja tanto y tan rápido que me involucro mucho con cada una de ellas, sobre todo con los libros y todo esto lo cuento porque esta semana me tocó con dos finales, el de un libro (el tercero de tres ='( ) y con un final de temporada y con estos episodios saltó mi chip de lo mal que termino después de los finales, o sea antes y lo había notado pero no me había dado cuenta de lo tan mal que me dejaban hasta esta semana que tuve que vivir estos dos episodios seguidos y de verdad me sentí pésimo, o será que con los años va empeorando la cosa?!
En fin, es algo que no se si pueda cambiar, pero que mi lado masoquista no quiere hacerlo si se pudiese porque siento que demuestra, en cierto modo, lo mucho que me gusta algo y que sufro al ver que termina y mi vida sigue.
agosto 13, 2013
Pizarra sabia
Hace un tiempo estuve bien "low" y sintiéndome mal y "depressed". Reconozco que es algo muy poco usual, pero todos tenemos malos momentos.
Resulta que ese periodo terminó gracias a una imagen que me rescató. Estaba en una tienda mirando con ganas de comprar todo pero con el bolsillo vacío jajajaja así que ni modo, a conformarse con mirar. Cuando salí de aquel centro lleno de tentaciones me topé con un café que en su pizarra no tenía precios, ni menús, sino algo particular, una cita en inglés que me llegó directo y me dejó unos segundos inmóvil frente al texto hecho con tizas de colores, lo que hacía llamar más la atención.
"Think possitive & possitive things will happen"
Si bien eso es algo que siempre he sabido y creo poner en práctica constantemente, en ese momento me ayudó demasiado y me hizo reaccionar, porque en realidad todo lo que nos pasa, tanto bueno como malo, es consecuencia de nuestras acciones y si me sentía tan bajoneado sólo yo podía superarlo y empezar a sentirme bien, porque nadie lo va a hacer por mi. Muchos tratan de levantarte el ánimo, pero en realidad si no somos nosotros los que queremos sonreír de nada sirve y a lo más, como mucho, te roban una risita más falsa que el bronceado de los tipos de Jersey Shore.
El punto al que voy es que gracias a esa pizarra y su cita llena de colores reafirmó la teoría del kharma & dharma y me hizo sentir mejor otra vez y dejando que volviera a tomar el control de mis sentimientos y acciones y no dejar que emociones sin sentido llenaran mi cabeza de pensamientos injustificados.
Resulta que ese periodo terminó gracias a una imagen que me rescató. Estaba en una tienda mirando con ganas de comprar todo pero con el bolsillo vacío jajajaja así que ni modo, a conformarse con mirar. Cuando salí de aquel centro lleno de tentaciones me topé con un café que en su pizarra no tenía precios, ni menús, sino algo particular, una cita en inglés que me llegó directo y me dejó unos segundos inmóvil frente al texto hecho con tizas de colores, lo que hacía llamar más la atención.
"Think possitive & possitive things will happen"
Si bien eso es algo que siempre he sabido y creo poner en práctica constantemente, en ese momento me ayudó demasiado y me hizo reaccionar, porque en realidad todo lo que nos pasa, tanto bueno como malo, es consecuencia de nuestras acciones y si me sentía tan bajoneado sólo yo podía superarlo y empezar a sentirme bien, porque nadie lo va a hacer por mi. Muchos tratan de levantarte el ánimo, pero en realidad si no somos nosotros los que queremos sonreír de nada sirve y a lo más, como mucho, te roban una risita más falsa que el bronceado de los tipos de Jersey Shore.
El punto al que voy es que gracias a esa pizarra y su cita llena de colores reafirmó la teoría del kharma & dharma y me hizo sentir mejor otra vez y dejando que volviera a tomar el control de mis sentimientos y acciones y no dejar que emociones sin sentido llenaran mi cabeza de pensamientos injustificados.
agosto 05, 2013
Sabiduría... pido más sabiduría.
El otro día en una tarde de ocio me decidí por ver una película en netflix, así que revisé algunas recomendaciones y encontré "It's kind of a funny story", no me tincaba mucho verla, pero bueno le di "reproducir" y ahí me quedé.
Es una película sencilla y sin mucho argumento, se trata de un tipo de 16 años que sueña con suicidarse y en vez de llevarlo a la práctica se interna voluntariamente en un hospital, pero debe convivir con adultos del psiquiátrico, porque están remodelando el área juvenil. La peli avanza con el protagonista superando sus temores y conociendo más de la vida de otros internos y en fin, no quiero ser spoiler ni nada así que no cuento más, pero me gustaría compartir una cita que le dice la terapeuta al protagonista que me quedó dando vueltas: "Señor, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, valor para aceptar las cosas que no puedo cambiar, y sabiduría para reconocer la diferencia".
Lo que me pasó fue extraño, porque en su momento mi expresión fue como "mish! interesante" pero nada más, sin embargo cuando terminó la película pensaba en lo práctico y fuerte de la frase, porque, precisamente, muchas veces nos falta fuerza y coraje para poder cambiar aquellas cosas que sabemos que no nos hacen bien y/o que están mal, pero que por esa falta de energía seguimos permitiendo que el daño se incremente y no nos damos ni cuenta muchas veces, sino hasta que el daño ya es irreparable o hasta que no hay nada que se pueda hacer para revertirlo.
Por otro lado es tan cierto eso de que nos cuesta tanto aceptar que hay cosas que, simplemente, y por mucho que luchemos no podemos cambiar. Gastamos tanta energía y tiempo tratando de cambiar algo que es imposible dejando de lado lo que sí podemos hacer y es ahí cuando ocurre el agravamiento del primer punto. Es en ese momento cuando tenemos que despertar y luchar por lo que sí podemos cambiar y dejar de ir a por algo que no podremos cambiar de color jamás.
Y es por eso que el último punto de la cita es el más complejo... Sabiduría. Nos cegamos tanto luchando por cambiar lo que no podemos que olvidamos hacer lo que debemos y es por eso que necesitamos llenarnos de sabiduría para poder evitar volver a pasar por esta confusión y llenarnos de daños irreversibles. Es importante que sepamos distinguir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no; esa sencilla acción de pensamiento que pareciera tan sencilla es la más difícil, porque la mayoría de las veces lo que nos ciega es el amor... o al menos lo es en mi caso, porque después de mucho pensar concluí que no quiero cambiar lo que puedo cambiar para no dañar a los demás y que sigo luchando contra lo que no puedo cambiar para que todos se sientan bien, pero en qué momento pienso en mi bienestar? y es ahora que sé que no debo pedir todas las noches para poder cambiar eso imposible, sino que ahora debo pedir para tener la sabiduría de reconocer todo este conflicto antes y tener la energía suficiente como para poder cambiar a tiempo lo que depende de mí, y tener el valor para enfrentar aquellas cosas que, por mucho que lo intente no cambiarán jamás.
Es una película sencilla y sin mucho argumento, se trata de un tipo de 16 años que sueña con suicidarse y en vez de llevarlo a la práctica se interna voluntariamente en un hospital, pero debe convivir con adultos del psiquiátrico, porque están remodelando el área juvenil. La peli avanza con el protagonista superando sus temores y conociendo más de la vida de otros internos y en fin, no quiero ser spoiler ni nada así que no cuento más, pero me gustaría compartir una cita que le dice la terapeuta al protagonista que me quedó dando vueltas: "Señor, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, valor para aceptar las cosas que no puedo cambiar, y sabiduría para reconocer la diferencia".
Lo que me pasó fue extraño, porque en su momento mi expresión fue como "mish! interesante" pero nada más, sin embargo cuando terminó la película pensaba en lo práctico y fuerte de la frase, porque, precisamente, muchas veces nos falta fuerza y coraje para poder cambiar aquellas cosas que sabemos que no nos hacen bien y/o que están mal, pero que por esa falta de energía seguimos permitiendo que el daño se incremente y no nos damos ni cuenta muchas veces, sino hasta que el daño ya es irreparable o hasta que no hay nada que se pueda hacer para revertirlo.
Por otro lado es tan cierto eso de que nos cuesta tanto aceptar que hay cosas que, simplemente, y por mucho que luchemos no podemos cambiar. Gastamos tanta energía y tiempo tratando de cambiar algo que es imposible dejando de lado lo que sí podemos hacer y es ahí cuando ocurre el agravamiento del primer punto. Es en ese momento cuando tenemos que despertar y luchar por lo que sí podemos cambiar y dejar de ir a por algo que no podremos cambiar de color jamás.
Y es por eso que el último punto de la cita es el más complejo... Sabiduría. Nos cegamos tanto luchando por cambiar lo que no podemos que olvidamos hacer lo que debemos y es por eso que necesitamos llenarnos de sabiduría para poder evitar volver a pasar por esta confusión y llenarnos de daños irreversibles. Es importante que sepamos distinguir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no; esa sencilla acción de pensamiento que pareciera tan sencilla es la más difícil, porque la mayoría de las veces lo que nos ciega es el amor... o al menos lo es en mi caso, porque después de mucho pensar concluí que no quiero cambiar lo que puedo cambiar para no dañar a los demás y que sigo luchando contra lo que no puedo cambiar para que todos se sientan bien, pero en qué momento pienso en mi bienestar? y es ahora que sé que no debo pedir todas las noches para poder cambiar eso imposible, sino que ahora debo pedir para tener la sabiduría de reconocer todo este conflicto antes y tener la energía suficiente como para poder cambiar a tiempo lo que depende de mí, y tener el valor para enfrentar aquellas cosas que, por mucho que lo intente no cambiarán jamás.
Les dejo el trailer de la peli:
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