Es una película sencilla y sin mucho argumento, se trata de un tipo de 16 años que sueña con suicidarse y en vez de llevarlo a la práctica se interna voluntariamente en un hospital, pero debe convivir con adultos del psiquiátrico, porque están remodelando el área juvenil. La peli avanza con el protagonista superando sus temores y conociendo más de la vida de otros internos y en fin, no quiero ser spoiler ni nada así que no cuento más, pero me gustaría compartir una cita que le dice la terapeuta al protagonista que me quedó dando vueltas: "Señor, dame fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, valor para aceptar las cosas que no puedo cambiar, y sabiduría para reconocer la diferencia".
Lo que me pasó fue extraño, porque en su momento mi expresión fue como "mish! interesante" pero nada más, sin embargo cuando terminó la película pensaba en lo práctico y fuerte de la frase, porque, precisamente, muchas veces nos falta fuerza y coraje para poder cambiar aquellas cosas que sabemos que no nos hacen bien y/o que están mal, pero que por esa falta de energía seguimos permitiendo que el daño se incremente y no nos damos ni cuenta muchas veces, sino hasta que el daño ya es irreparable o hasta que no hay nada que se pueda hacer para revertirlo.
Por otro lado es tan cierto eso de que nos cuesta tanto aceptar que hay cosas que, simplemente, y por mucho que luchemos no podemos cambiar. Gastamos tanta energía y tiempo tratando de cambiar algo que es imposible dejando de lado lo que sí podemos hacer y es ahí cuando ocurre el agravamiento del primer punto. Es en ese momento cuando tenemos que despertar y luchar por lo que sí podemos cambiar y dejar de ir a por algo que no podremos cambiar de color jamás.
Y es por eso que el último punto de la cita es el más complejo... Sabiduría. Nos cegamos tanto luchando por cambiar lo que no podemos que olvidamos hacer lo que debemos y es por eso que necesitamos llenarnos de sabiduría para poder evitar volver a pasar por esta confusión y llenarnos de daños irreversibles. Es importante que sepamos distinguir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no; esa sencilla acción de pensamiento que pareciera tan sencilla es la más difícil, porque la mayoría de las veces lo que nos ciega es el amor... o al menos lo es en mi caso, porque después de mucho pensar concluí que no quiero cambiar lo que puedo cambiar para no dañar a los demás y que sigo luchando contra lo que no puedo cambiar para que todos se sientan bien, pero en qué momento pienso en mi bienestar? y es ahora que sé que no debo pedir todas las noches para poder cambiar eso imposible, sino que ahora debo pedir para tener la sabiduría de reconocer todo este conflicto antes y tener la energía suficiente como para poder cambiar a tiempo lo que depende de mí, y tener el valor para enfrentar aquellas cosas que, por mucho que lo intente no cambiarán jamás.
Les dejo el trailer de la peli:
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