julio 31, 2013

Una luz en mi camino

Siempre creí ser una persona feliz. La sonrisa nunca se va de mi rostro y siempre me he considerado una persona positiva, pero hace poco una estrellita me iluminó y me dijo que la verdad es que no soy feliz y que ella ve que no puedo serlo hasta que sea honesto conmigo y deje de sonreír para que los demás estén tranquilos.

Cuando leí su consejo no dejé de pensar en ello. Hoy lo terminé de analizar y concluí que todo lo que mi persona especial me dijo es verdad y muchas veces estoy feliz para que los demás lo estén, es decir, finjo estarlo.

No sé si me conmovió más ver que no soy quien siempre pensé ser o que existe alguien que me conoce mejor que yo mismo. Es duro, pero creo también que no soy el único al que le pasa, porque a cuántos no les ha pasado que sonreímos o decimos algo agradable sólo para que personas a las que queremos mucho no se sientan mal o insatisfechas.

Yo creía que todo se solucionaba con una sonrisa, y perdón por lo ingenuo, pero hoy me doy cuenta que tal vez esa era la solución para el resto, pero no para mí, porque a la larga esa sonrisa que levantaba el ánimo de todos y tranquilizaba a unos cuantos ocultaba todo lo que sentía y así cada vez acumulando un montón de sentimientos que nunca dejé salir. 

Ciertamente que con ese comportamiento no dejaba que mi propia felicidad fuera la triunfante, tal como me lo dijo mi estrellita. Ahora que he analizado todo me doy cuenta de las cosas que tengo que hacer, pero reconozco que tengo miedo, porque no sé cómo hacerlo y no quiero lastimar a nadie, pero soy consciente de que tengo que sacrificar eso para conseguir mi propia felicidad y no estar pensando siempre en los demás. Es hora de que piense un poco en mi y espero poder llevar a cabo esta nueva misión en la vida. Ahora comienza una nueva etapa, una donde seré feliz, pero esta vez de manera auténtica.

Gracias estrellita por iluminar mi camino.

Gracias Sofi, te amo!

julio 23, 2013

Días redondos...

Hoy fue uno de esos días perfectos en los que todo pasa como de costumbre, pero sientes que las cosas salen mejor ya sea porque se rompe con la monotonía o porque recibes más de alguna buena noticia o, simplemente, porque crees que estás más feliz que de costumbre.

Lo maravilloso de días como hoy es que ni hasta el más amargado cual pitufo gruñón o Grumpy puede arruinar todo lo bueno por lo que estás pasando. Te sientes lleno de buenas energías y lo mejor es que quieres compartirlas con todo el mundo y ves como sin siquiera intentarlo las personas a tu lado te miran sonriendo.

Para mi, estos son los días redondos, donde el ciclo comienza con el pie derecho y termina con una sonrisa imborrable.


julio 21, 2013

¡Que comiencen los juegos!

Cada día queda menos para que la revolución que lucha por la esperanza de la humanidad comience y yo hace montón que estoy ansioso contando los días para verla.

Es algo extraño porque nunca me di cuenta de cómo el fanatismo por la trilogía de Suzanne Collins se fue apoderando de mi. Todo partió cuando un día X del año pasado estaba en tumblr -para variar(?)- y vi que todos hablaban de los juegos del hambre y que Taylor Swift mencionaba estar orgullosa de cantar la canción para la película que estaba pronta a estrenarse y me entró el bichito de la curiosidad.

Averigüé un poco y me enteré de los libros y quería leerlos rápido antes de ver la película, pero no tenía dinero para comprarlos. Si, súper pobre, pero estaba sin trabajo lol. Así que busqué el primer libro en internet y empecé a leer. Todo bien, mega-entusiasmado y cuando voy avanzando en la historia todo me desagrada y no quiero leer más porque encontré que todo era absurdo y estaba muy mal escrito, pero no pasó mucho rato y me di cuenta que el libro que encontré en internet era una basura escrita por algún aburrido con el fin de molestar y que no era el libro original, lo que reactivó mi interés y ganas de leer el original, pero esta vez recurrí a mi madre para que me regalara los juegos del hambre.

Justo cuando le mencioné a mi mamá que quería el libro mi hermano estaba de viaje en Argentina y mi mamá me dijo que iba a aprovechar de pedírselos a él, y cuando regresó, a los pocos días, ¡llegó con los tres libros! y fui el hombre más feliz. Esa semana me controlé para limitar mi lectura y no terminar con los tres tan rápido y juro que fue muy difícil, porque terminé el primero y solo quería saber lo que seguía, al final leí los tres en un mes, porque me forcé a dosificar la lectura y no leerlos de un viaje lol.

A todo esto, la película ya se había estrenado y como no quise verla antes de leer el libro ya no estaba en cartelera cuando podía verla, pero la compré por amazon y la disfruté montón de veces. Si bien la película "The Hunger Games" no es muy buena -no quiero decir con eso que no me gusta-, porque creo que omite algunos detalles importantes del libro y es un poco lenta y con muchos vacíos para alguien que no ha leído el libro, siento también que gracias a esos vacíos la hace más atrayente para alguien que sí lo ha leido, porque puede complementar la historia con todos esos detalles que el libro, obviamente, nos aporta.

Así mi fanatismo fue creciendo y confiezo que he leido, por lo menos, una cinco veces cada libro y siempre que tengo oportunidad vuelvo a leer alguno o mis partes favoritas de cada uno y que sólo quiero que noviembre llegue luego para poder disfrutar de "Catching Fire" que se ve mejor trabajada y con muchos más detalles que la primera entrega. Esperemos que nos guste a todos los que seguimos la trilogía y que la suerte esté de nuestro lado.



julio 20, 2013

La vida es para sonreír

Todos vamos a morir, eso es algo que sabemos desde siempre porque es "LA" condición que se nos impone al momento de nuestra gestación. Para algunos dicho pacto dura más, para otros no tanto, pero en fin es algo que no se puede evitar y que sabemos se cumplirá.

Las enfermedades, síndromes y patologías son sólo parte de la misma vida y de lo que nos hace diferentes y únicos a cada uno, no tenemos por qué temer de lo que somos y debemos aceptarnos con todo lo positivo y negativo que tenemos y nos hace particulares.

¿Acaso una persona con cáncer, sida o un simple resfrío no pueden ser felices y seguir disfrutando de la vida? Por muy simple o compleja que sea la enfermedad que tengamos o el problema por el que estemos pasando, incluso, y tanto mejor, si no se tiene ninguno, y en este último caso con mayor razón, sólo debemos preocuparnos por ser felices y hacer que cada día de nuestras vidas valgan la pena y no estar mortificándonos todo el tiempo o dejando que lo que piensen los demás, o que alguna molestia nos achaque tanto como para olvidar sonreír en algún momento, porque la vida es muy corta como para vivirla con depresión y lleno de problemas, es mejor disfrutarla con una sonrisa sincera y llena de energía. 

Recuerda siempre regalar felicidad y verás como harás que el resto se sienta mejor, y tú serás aún más feliz viendo como los que te rodean se contagian de este simple gesto que puede significar tan poco para algunos, pero que a su vez hace tanto por todos.

julio 18, 2013

Dilema

Siento que la vida pasa y pasa frente a mis ojos y, a pesar de que todos los días son diferentes, para mí no marcan diferencia. Es raro, pero siempre estoy haciendo un montón de cosas que me mantienen ocupado, pero no logro sentirme "lleno" cuando estoy con la cabeza en la almohada.

No sé si se debe a que tengo mucho tiempo libre –mucho– o a que no estoy conforme conmigo mismo. Es duro empezar a cuestionar todo esto porque, como dice mi nonna: siempre es más cómodo “ver la paja en el ojo ajeno” y criticar sin más al resto, pero cuando nos miramos al espejo y vemos que nuestra sonrisa no se llena tan fácil como antes escuchamos ese “crush” en la cabeza que nos hace ruido y nos deja pensando.
Así estoy, insatisfecho como cualquier mortal ambicioso que quiere más desarrollo personal buscando qué es lo que lo impide.

¡Ya!, creo que ya lo sé.

Siento que estoy en los zapatos, o más bien en las garras, de Simba y que debo combatir al dilema Shakespiriano* del “ser o no ser” y aceptar de una vez el día a día que estoy viviendo y hacia donde voy o seguir haciendo cosas que no me llevaran a ningún sitio. Simba pudo enfrentar sus miedos y desafiar a su tío para recuperar el reino que le pertenecía, pero yo no tengo ni a Timón y Pumba para ayudarme, mucho menos a una Nala en mi vida que me ayude en la pelea, pero aún así sé que soy capaz de mucho más y que puedo dejar de sentirme así y retomar mi camino para llegar a ser quien en verdad soy, desafiando mis miedos y demostrándome que soy capaz de todo lo que me propongo.


*Ni idea de como escribirlo, pero creo que se entiende a qué me refiero ;)

julio 17, 2013

Cualidad-Defecto

Hoy desperté con ganas de escribir, ¿escribir qué? Ni idea.


Este debe ser uno de esos momentos en que me dan muchas ganas de hacer algo, pero cuando me decido a hacerlo ya no sé cómo o qué hacer… responsabilizo de esta conducta a mi capacidad de trabajar con diferentes estímulos. Sí, porque para muchos es una gran virtud como las generaciones de ahora podemos trabajar haciendo tantas cosas al mismo tiempo, como lo que hago en este momento: escribo y a la vez reviso mi Facebook, me entero de lo que está pasando en twitter, escucho música, chateo y no paro de revisar tumblr que, a todo esto, es una droga digital que no puedo parar de consumir, en fin, hago montón de cosas al mismo tiempo, ¿cómo? No tengo idea, sólo sé que puedo hacerlo.

Pero es esta “ventaja” generacional la que nos ha traído el mayor defecto: somos un montón de jóvenes que difícilmente terminamos lo que empezamos… es que con tantas cosas que hacer, ¿cómo podemos concentrarnos sólo en una?
Miro a todos lados y en cada rincón hay algo que me llama la atención, como ahora que mi teléfono suena y brilla diciéndome que alguien me habla por WhatsApp y, obviamente, sumo eso a mi lista de cosas que hago al mismo tiempo en que escribo esto.
Me molesta un poco ser así, porque las cosas o actividades ya no me entusiasman como antes. Sólo por dar un ejemplo, ayer tenía ganas de pintar, así que saqué mis pinturas, una tela y pinceles, pero cuando terminé de dibujar el boceto las ganas habían desaparecido y, en menos de 10 segundos, ya estaba en el computador revisando Facebook. Es frustrante.

Y no digamos que no lo intento, todo lo contrario, me esfuerzo por terminar las cosas y muchas veces lo hago, pero no como quisiera, no me refiero a que queden mal, sino a que no me toman el tiempo que desearía.

Lo peor de todo es que yo soy nada comparado con otros casos donde la “adicción” y dependencia a la tecnología es mucho peor y ni siquiera ganas de hacer otras cosas les dan… me pregunto cómo será la vida en unos años más. Podremos vivir sin llegar al caos con esta cualidad-defecto de multifacéticos? O será que el sistema se adaptará a nuestra mediocridad transformándola en perfección?

Tu qué crees?